¿SEGREGAMOS CON LA EVALUACIÓN?
Si hacemos una autoevaluación de nuestras metodologías y formas de evaluar en el aula, y el resultado es:
- Llevamos a cabo actividades memorísticas o de reproducción
- Cuyos procesos y productos solo requieren de la expresión escrita y la compresión lectora
- Su realización es individual
- Los aprendizajes solo tienen impacto en lo académico, favoreciendo un aprendizaje bulímico.
Simplemente hazte las siguientes preguntas:
- ¿A quien le estás creando posibilidades de afrontar con éxito los aprendizajes?
- ¿Qué pasa con el alumnado que no se adecua a esta propuesta aún teniendo otros potenciales explícitos o implícitos no aflorados?
- ¿El alumnado realmente no quiere?
- ¿Dónde están las competencias clave en ese modelo?
Como sugerencia, hazte una última pregunta:
- ¿Qué podría hacer para ampliar los escenarios?
- Trabajo por tareas y proyectos
- Incorporar el aprendizaje cooperativo
- Añadir la expresión y comprensión oral y otras formas de expresión
- Contextualizar los aprendizajes provocando impacto más allá de lo académico: personal, familiar, en la comunidad educativa, social,...
- Llevar a cabo una evaluación formativa en el que tenga cabida la autoevaluación y coevaluación por parte del alumnado.
- Tomar decisiones colegiadas y llevarlas a cabo estructuralmente abanderados por un proyecto educativo compartido.
La metodología y la evaluación puede y debe diseñarse y aplicarse de acuerdo a modelos inclusivos. No analizar esta cuestión puede provocar una escuela excluyente y segregadora.
Comentarios
Publicar un comentario